Podríamos decir que es el color por excelencia del mundo moderno, de la tecnología y el diseño.
Asociado a lo duro y metálico, a todo lo que es resistente y perdura en el tiempo sin deteriorarse.
También a lo aburrido y homogéneo, a lo que no aporta nada nuevo.
Se utiliza mucho en los uniformes, ya que buscan precisamente la uniformidad y la reducción al anonimato del individuo para imprimir docilidad tanto en el alumnado como en los reclusos.
Es el color de las velas que se utilizan para rituales en los que se busca un escudo ante influencias externas o reactivar la fortaleza interior para soportar las dificultades.

El poder fortalecedor del gris
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